Cuando nos paramos a pensar en lo que implica un entorno de trabajo saludable, se nos puede venir a la mente la limpieza y la organización de la oficina, pero tener una “empresa saludable” conlleva mucho más.
La OMS define como un “entorno de trabajo saludable”, aquella atmósfera laboral en la que tanto los trabajadores como los jefes colaboran en el proceso de mejora continua, con el fin de proteger la salud, bienestar y seguridad de los empleados. Un entorno laboral inapropiado puede desembocar en reducción de la productividad, absentismo, baja motivación y ausencia de compromiso con la entidad empresarial.
Con la finalidad de alcanzar entornos laborales saludables, la OMS elaboró el Plan Global de Acción de Salud en el Trabajo (2008-2017) en el que se recogen 5 claves para lograr conseguir una empresa saludable.
- Participación y compromiso de la Dirección
Los jefes deberían ser considerados dentro de una compañía como un ejemplo a seguir de compromiso y dedicación. Por mucho que los trabajadores quieran implementar estas medidas, si sus superiores no están comprometidos con el proyecto, no llegarán a buen puerto y los avances no se sostendrán en el tiempo.
- Implicación de los empleados
Una vez que hemos conseguido que los directivos estén comprometidos, es el turno del resto de trabajadores. Para poder alcanzarlo, es aconsejable que los empleados participen tanto en la planificación como en el desarrollo y evaluación del proyecto. Los sindicatos y representantes de los trabajadores tienen un papel fundamental a la hora de fomentar una comunicación fluida entre directivos y trabajadores.
- Ética y legalidad empresarial
La integración de conductas éticas que eviten el daño a los demás, respetando los derechos y cuidando la salud de todos los componentes de la empresa es la base necesaria para afianzar el proyecto. La compañía tiene el compromiso de cumplir los códigos y leyes de salud laboral.
- Uso de procesos sistemáticos e integrales de mejora continua
Cada organización debe analizar cuidadosamente su situación actual y las previsiones del negocio a medio y largo plazo. Una vez realizado ese análisis, deberán disponer de los recursos necesarios y construir una serie de procesos sistemáticos para poder alcanzar los objetivos establecidos.
- Sostenibilidad e integración
Medir las acciones implementadas es una parte importante del plan para conseguir una empresa saludable. Una vez establecidos los objetivos y los procesos para alcanzarlos, debemos comprobar que todo está funcionando de manera correcta. Debemos estar atentos y revisar que está consiguiendo que alcancemos buenos resultados y que no. Pero no solo tendremos en cuenta resultados empresariales, sino también los aspectos humanos.
Todas las iniciativas que llevemos a cabo en la empresa deben integrarse en el plan estratégico de la misma, implicando a todos los componentes que la constituyen, y no deberán asignarse a determinados grupos aislados. Una vez implementado el proceso de mejora para un ambiente laboral saludable, se podrá solicitar a la OMS el Certificado de Empresa Saludable.