El funnel o embudo de ventas es una metodología del marketing digital que consiste en elaborar un plan, con una serie de pasos a seguir, para cumplir con un objetivo marcado. Como estamos hablando de marketing digital, el objetivo es transformar un registro o lead en una compra de un producto o servicio.
Debemos tener clara la idea de que, aquello que no se puede medir, no tenemos la certeza de que esté funcionando y nos esté proporcionando los beneficios deseados.
La forma del funnel de ventas nos permite poder medir gráficamente el porcentaje de pérdidas que se producen en nuestra web a medida que el cliente va siguiendo los pasos marcados previamente antes de la acción de compra.
El modelo de funnel de ventas AIDA se divide en las 4 etapas por las que debe pasar el usuario hasta lograr convertirse en un cliente.
- Atención:
Debemos conseguir captar la atención de los potenciales clientes y que tomen consciencia de que nuestra marca existe. Es una de las fases más complicadas, pero es la base que construirá nuestro embudo. Se pueden atraer clientes a través de diversas estrategias de marketing digital, como publicidad en redes sociales o en los distintos buscadores. Supone una inversión inicial que transformaremos en beneficios a medida que avance el proceso.
- Interés:
Una vez que el usuario sabe que existimos, debemos generar en él cierto interés por nuestro producto o servicio. En esta segunda etapa el potencial cliente ya tiene motivación de compra. Ha comprendido las ventajas que le puede ofrecer nuestro producto, el valor que le aportará o ha analizado las diferencias entre productos similares de otras marcas.
- Decisión:
Tenemos su atención, hemos despertado su interés y ahora conseguimos generar un deseo de compra. En esta etapa es imprescindible mostrar nuestra propuesta de valor, para que el cliente entienda los beneficios que le aportaremos si finaliza la compra.
- Acción:
Hemos conseguido nuestro objetivo. Nos encontramos en la última fase del embudo y el cliente finalmente, cierra la compra.
Queremos recalcar la importancia de que este proceso no termina aquí. Siempre es más caro obtener un nuevo cliente que fidelizar uno que ya tenemos. Por eso debemos de centrar nuestros esfuerzos en las etapas del funnel de ventas que se encargan de mostrar el valor de nuestra empresa, lo que nos diferencia y los beneficios que aportaremos al cliente si finalmente nos termina escogiendo. Es decir, conseguir que el cliente quede satisfecho y que vuelva a nosotros.
Nuestro objetivo es conseguir la menor pérdida de usuarios a medida que estos van avanzando de una fase a otra. De ahí radica la importancia la medición de los datos, anteriormente mencionada. Seremos capaces de descubrir en qué etapa nuestra empresa está fallando más y cambiar nuestras estrategias con el fin de obtener mejores resultados.
En Grupo Isonor somos expertos en digitalización y disponemos de un área de Consultoría Especializada en Marketing Digital, con especialistas que conseguirán sacarle el máximo potencial a tu empresa, ayudándote y aconsejándote en todos los procesos anteriormente mencionados.